Desde el Lof Pillán Mahuiza, territorio ancestral del pueblo mapuche, emerge una voz de denuncia frente a la continua persecución que enfrentan. En medio de un aumento constante de causas judiciales en su contra, resuena el caso del longko Mauro Millán, destacado defensor de la tierra y ferviente opositor a los abusos de la justicia argentina.

El longko Mauro Millán no solo representa la resistencia de su pueblo ante la usurpación de tierras y los embates del sistema judicial, sino que también desempeña un papel crucial como guía político, espiritual e ideológico para su comunidad. Su liderazgo trasciende lo meramente político, abrazando también la esencia filosófica y espiritual de la cosmovisión mapuche.

Desde la nación pueblo mapuche, se alza un relato que clama por justicia y exige la absolución de Mauro Millán. La persecución a la que se enfrenta no solo atenta contra su persona, sino que también es un ataque directo a la solidaridad y a los derechos fundamentales del pueblo mapuche.

En medio de este contexto, es crucial recordar que la solidaridad no es un delito. La defensa de la tierra y la lucha por la justicia son derechos inalienables, no merecen ser castigados ni perseguidos. Es hora de poner fin a esta injusticia y de escuchar el llamado de un pueblo que reclama su derecho ancestral a la libertad y a la autodeterminación.

A continuación, un relato breve desde la nación pueblo mapuche sobre este caso y la exigencia de su absolución.