El periodista mexicano especializado en Crimen Organizado y Seguridad Pública, Óscar Balmen, ofreció una entrevista al medio colombiano NTN24 para analizar la creciente ola de criminalidad en Ecuador, desencadenada desde la fuga de Adolfo Macias, alias “Fito”, el pasado 7 de enero.

Según Balmen, la comprensión de la violencia en Ecuador requiere dirigir la atención hacia México, ya que los grupos criminales ecuatorianos, ahora catalogados como terroristas por Noboa, se han fortalecido financieramente y en recursos humanos mediante la transmisión de conocimientos por parte de carteles mexicanos, como los choneros con el cartel de Sinaloa y los Lobos con el cartel de Jalisco nueva generación. El periodista destaca patrones similares a los vividos en México, como los asesinatos filmados desde prisiones, que, según Balmen, forman parte de una estrategia de terror.

Balmen enfatiza que el crimen organizado no es un error del sistema, sino una creación del mismo. Medidas como los estados de excepción, que suprimen libertades individuales, serán ineficaces si no se reconoce la conexión entre estos grupos criminales y el Estado. El periodista sostiene que el Estado no está diseñado para combatirlos, sino más bien para asociarse con ellos en busca de control territorial.

Respecto a las nuevas medidas del gobierno de Daniel Noboa, Balmen destaca que Ecuador se convierte en un laboratorio avanzado de políticas de seguridad de mano dura desde la derecha. La militarización de la seguridad pública, con colaboración de estados vecinos y Estados Unidos, se presenta como un enfoque sin precedentes. El decreto que designa como terroristas a 22 organizaciones criminales otorga a las fuerzas armadas la autorización para actuar sin proceso legal.

El periodista señala la importancia estratégica de puertos como el de Guayaquil, cruciales para los grupos de crimen organizado que utilizan rutas marítimas para el tráfico de drogas. Sin embargo, Balmen advierte sobre la inminente violación de derechos humanos en el proceso de militarización, señalando experiencias similares en México, que lleva casi dos décadas combatiendo el narcotráfico, donde se han observado tres fenómenos: agresión sexual contra mujeres, niñas y adolescentes por parte de los militares; la desaparición extrajudicial de hombres jóvenes; y, el desplazamiento y expulsión forzada contra adultos mayores.

El desafío para Ecuador, según Balmen, es cómo aplicar medidas de mano dura contra el denominado terrorismo sin comprometer el respeto y garantía de los derechos humanos en el territorio. El periodista concluye destacando la necesidad de comprender a estos grupos como empresas criminales y sugiere que la única manera de derribar una empresa de este tipo es mediante el desmantelamiento de sus activos financieros.